Uruguay es el único que puede salvar el honor suramericano en el Mundial, luego de las eliminaciones de Brasil, Argentina y Paraguay.
Uruguay, que llegó al Mundial-2010 vía repechaje y con la humildad de una potencia de antaño que cargaba con varias frustraciones en los últimos 40 años, salvó el honor de Suramérica en los cuartos de final, donde fueron eliminados Brasil, Argentina y Paraguay.
El seleccionado uruguayo, campeón mundial en 1930 y 1950, ahora es la única esperanza en semifinales de la Conmebol, después del hito inédito en cuartos con cuatro selecciones en esa instancia. Ahora deberá defender el prestigio de la región ante Holanda, mañana en Ciudad del Cabo, por un lugar en la final.
El equipo de Oscar Tabárez, con la misma fórmula que dio éxito en la primera etapa, una defensa infranqueable y un ataque temible, compuesto por Diego Forlán y Luis Suárez (6 goles entre ambos), se deshizo de forma milagrosa de la última esperanza de África, Ghana, a través de los penales (4-2, tras 1-1) en un final de infarto.
“En Uruguay el fútbol es una pasión”, asegura Tabárez. De hecho, el viernes se vio eso mismo en la celeste, que tuvo un póker de ases para seguir soñando con levantar la Copa después de 60 años.
Primero, Forlán igualó en la segunda parte con un golazo de tiro libre, para equilibrar a 1-1 tras la apertura de Sulley Muntari.
Después, su socio Luis Suárez se “disfrazó” de arquero y sacó con la mano un cabezazo con destino de gol sobre la línea en el último minuto de la prolongación ante Ghana (120+1). Fue expulsado (deberá purgar una fecha de suspensión), pero dejó con vida a la celeste
El portero Fernando Muslera intimidó a Asamoah Gyan, que marró el disparo y estiró el suspenso hasta la definición por penales. En ese ejercicio, Muslera fue el héroe de la noche al tapar dos remates, y completó el póker de ases el “Loco” Sebastián Abreu, definiendo el pleito con un remate a lo Panenka (4-2).
“Cuando se habla de garra charrúa a veces se malinterpreta el significado con juego duro. Pero no es así. Uruguay tiene una historia muy rica, grandes victorias, campeonatos, hazañas...”, explicó Forlán, tras sellar el pase a semifinales después de 40 años, como en México-1970.
Su rival en semis será Holanda, que se presentará como favorito tras eliminar al gran candidato al título Brasil con una victoria 2-1 con doblete de Wesley Sneijder, la estrella de cuartos de final que va por su cuarta corona en el año, tras ganar Serie A, Copa y Champions con el Inter de Milán.
Brasil pagó cara la caída en picado de Kaká, que tocó fondo en Port Elizabeth tras un año aquejado por lesiones en el Real Madrid y firmando una pobre tarjeta de despedida, sin goles, con una tarjeta roja y la constatación de que no pudo hacerse líder del once de Dunga, que dejó el cargo tras 4 años.
Su gran rival, Argentina, había ilusionado con cuatro triunfos contundentes hasta cuartos, pero su ataque de Fórmula 1 con Gonzalo Higuaín, Carlos Tévez y Lionel Messi, que se marchó sin goles, no funcionó y Alemania (4-0) desnudó una zaga que defiende como un auto de calle.
En cambio, lo de Paraguay fue loable. Accedió por primera vez a cuartos de final tras ganar su grupo delante de Italia y ofreció resistencia a la favorita España, cayendo recién en el minuto 83 por un gol de David Villa, máximo artillero del torneo.
Ahora sólo queda Uruguay, que contra tres europeos tratará de sacar la cara por Suramérica.
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