jueves, 16 de febrero de 2012

Alí Primera, un merecido homenaje


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Alí Primera, un merecido homenaje .


Numerosas han sido las veces que Ernesto Guevara, Salvador Allende o Simón Bolívar, entre otros, han sido homenajeados, y no sin falta de mérito, en algunos de nuestros artículos.
Pero hoy, en representación de los que trabajamos en aras del sueño emancipador de Latinoamérica y por consiguiente de los que hacemos este humilde blog, quiero dedicar un merecido espacio exclusivo para ese gran poeta, cantante y activista revolucionario del pueblo venezolano: Alí Rafael Primera Rosell.

Es el turno de este gran hombre que con sus versos y sus canciones representó, representa y seguirá representando al pueblo venezolano y al resto de la patria latinoamericana. Sus letras han dado un gran impulso al sentir colectivo, al pensamiento popular de las clases más desfavorecidas y aquellas justamente solidarizadas y concienciadas con la emancipación latinoamericana y el gran sueño libertador.

Hacer un homenaje sobre Alí primera y su persona, es hacerlo profundamente a la par de Venezuela, su patria amada a la que tanta entrega dedicó en sus actividades y en sus versos, pero del mismo modo e inevitablemente es homenajear también al resto de pueblos hermanos a los que menciona en sus temas de cantautor melancólico, soñador, reivindicativo y conocedor de la problemática del continente, ya que vivió la más extrema pobreza desde su infancia.

Pasemos pues a conocer un poco sobre la vida del poeta.



Alí Primera, un ejemplo de lucha y coraje.


Hijo de Antonio Primera y Carmen Adela Rosell, Alí Rafael Primera Rosell nació en Coro, Estado Falcón, Venezuela, el 31 de octubre de 1.942. Allí pasó sus primeros años de vida entre pobreza y humildad quedando huérfano de padre a la corta edad de tres años, pues Antonio murió accidentalmente víctima de un disparo fortuito procedente de una fuga de prisioneros en la cárcel de Coro, donde trabajaba de funcionario.

A partir de entonces, Carmen comienza junto a sus tres hijos un camino que les llevaría en busca de oportunidades por varios pueblos de la península de Paraguaná: San José, Caja de Agua (donde Alí termina la educación Primaria), Las Piedra y el barrio La Vela (cerca de Punto Fijo). En este último, y debido a la profunda extrema miseria que les devoraba, Alí trabajó a los seis años de limpiabotas y años más tarde como boxeador, aunque prosiguió entre tanto con sus estudios.

En búsqueda de una mejor vida, toda la familia se vuelve a poner en marcha con destino a Caracas, en 1.960, donde se inscribe en el “Liceo Caracas” para culminar el bachillerato en 1.964. En su avance académico, comienza a estudiar Química en la Facultad de Ciencias de la Universidad Central de Venezuela. A partir de entonces hará de sus versos importantes temas de cantautor que se forjarían en himnos universitarios y, con los años, en himnos populares del levantamiento revolucionario contra la opresión, se forjará como el “Cantor del Pueblo.

Sus primeros temas “Humanidad” y “No basta rezar”, esta última presentada en el Festival de la Canción Protesta en 1.967 (organizado por la Universidad de Los Andes), le lanzarían a la fama.

Desde 1.969 hasta 1.973 continuaría con sus estudios en Rumania, Europa, gracias a una beca otorgada por el Partido Comunista de Venezuela. Sin embargo, tuvo que compaginar sus estudios con otros trabajos, así como el de lavaplatos y cantautor en algunos locales.

Grabaría su primer disco en Alemania y lo titularía “Gente de mi tierra”. En él, Alí deja patente la pobreza, injusticia y desigualdad de un pueblo desgastado, es por ello que muchos se sintieron rápidamente identificados con su música y abrazaron cálidamente y con mucho cariño sus versos, su lucha y su estilo, que no era ni más ni menos que el de un hombre sensible que cantaba con cabeza, con conocimiento de causa y por amor. Es por ello que a partir de entonces le denominaron el “Cantor del Pueblo”.

Tanto amor y tanta conciencia social no podía ser buena ni para el gobierno de turno rodeado de burocracia ni para los voraces y chantajistas medios de comunicación venezolanos. El pueblo debía seguir dormido, ese ochenta por ciento de pobreza acallada, debía seguir ajena a la concienciación social. Es por ello que su música fue censurada en Venezuela principalmente y es por ello también que tuvo que crear su propio sello de discos, llamado “Cigarrón”, para difundir sus canciones de libertad. Promus sería la casa discográfica encargada de distribuirlas. Su esfuerzo no fue en vano, ya que se consolidó como uno de los más grandes cantautores de Latinoamérica.

A partir de entonces se dedicó más que nunca a luchar contra toda aquella injusticia también desde el ámbito político. Con la disolución del Partido Comunista de Venezuela, será miembro fundador del Movimiento al Socialismo (MAS) en el cual participaría en la primera campaña política de José Vicente Rangel, en 1.973.

A pesar de que los críticos enmarcaron su estilo musical dentro de la canción protesta, él siempre la denominó “canción necesaria”.
No cantaba porque había miseria, sino porque era posible acabar con ella, según decía. El caso es que sus canciones fueron una llamada al combate, al levantamiento contra la injusticia.

Si de su relación con Targa Osennis fueron fruto sus dos hijas María Fernanda y María Ángela, tiempo después, en Barquisimeto, conocería a Sol Musset, la que sería su esposa y le daría cuatro hijos: Sandino, Servando, Florentino y Juan Simón.

En los últimos años de su vida, las persecuciones en Venezuela, sobre todo en la capital, se intensifican, Alí Primera era una amenaza para la oligarquía que continuamente y a base de atentados segaba la vida de muchos de sus opositores. El Imperio Norteamericano también era aliado de aquellos que le rechazaban en su país, pero todos le temían, pues no hay rifle que mate las palabras. Él mantuvo la cabeza fría y continuó con su ardua tarea hasta que el día 16 de febrero de 1.985 fallece en un accidente de coche en la autopista Valle – Coche de Caracas. Venezuela se vistió de amargo luto. Pero hoy, sigue en boca de todos su nombre, su obra latente en el pecho y en las vidas de todo venezolano que como tal se precie, por su obra como hombre, por su labor humana por la patria.

Tuvo más amigos que enemigos, más simpatizantes y apoyos a su hermosa y pacífica causa que detractores. Alí Primera fue un venezolano que dignificó a su “pueblo bravo con una canción mansa”, que hizo temblar los cimientos del poder oligárquico en una Venezuela oprimida y hundida en la miseria para la mayor parte de la población; Alí Primera fue un canto a libertad, un suspiro de alivio para el pobre y el explotado; Alí Primera fue una esperanza tornada a proceso revolucionario, una saeta de ideal alzado en puñados de versos que no resultaron en vano; Alí Primera fue, es y será el Che Guevara de patria latinoamericana, el Víctor Jara valiente del pueblo chileno y Simón Bolívar entre bellos poemas luchando, desde el Estrecho de Magallanes y los Andes hasta Cuba galopando.

A la memoria viva de un hombre que hizo hombres de fe, de luz y esperanza; a la memoria de Alí Primera, que en paz descanse en nuestros corazones mientras continuamos su lucha por un mundo igualitario.



Alí Primera: Algunas de sus frases.


"La inocencia no mata al pueblo pero tampoco lo salva,
lo salvará su conciencia y en eso me apuesto el alma."

"Nunca llegarán a entender, que yo apenas soy un carajo vulnerable físicamente, pero espiritualmente férreamente conformado por lo que ha sido mi pueblo siempre... y la canción al fin y al cabo nunca morirá..."

"A veces pienso que todo el pueblo es un muchacho
que va corriendo tras la esperanza que se le va,
la sangre joven y el sueño viejo, pero dejando de ser pendejos
esa esperanza será verdad."
(De “Canción Mansa Para un Pueblo Bravo”).

“De repente el cantar se convierte en una acción vital, inexorable, se va poblando de cantos el mundo... arrinconadas las bestias, lanzan feroces zarpazos para evitar que el canto y las manos que se alzan con él hagan posible el más humano de los trueques: LA BOMBA POR EL ARADO...”



Como curiosidad comprensible y racional, cabe destacar que Alí Primera nunca actuó en televisión, por su rechazo a este medio tergiversador y manipulado por las altas clases interesadas y enriquecidas con el sudor ajeno.

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